Dentro de las manifestaciones culturales que propician el desplazamiento de turistas se destacan las lenguas o idiomas, que han comenzado a ser concebidas como un importante recurso turístico y como la materia prima fundamental de una actividad de gran rentabilidad, que cada día es más valorada tanto por gobiernos, como por actores privados de distintos sectores de la economía. La actividad de aprendizaje de idiomas forma parte del turismo rural y consiste en viajar con la motivación de aprender el idioma del lugar visitado, así como sus costumbres y organización social. Esta actividad constituye una nueva forma de viaje-aprendizaje, en el que se articula el carácter educativo con el conocimiento y vivencia en nuevos lugares. Además tiene como objetivo preservar la lengua nativa del destino que se visita así como generar una buena derrama económica que beneficie a la comunidad.
En la actualidad el riesgo de perder lenguas prehispánicas esta aumentando y es un tema que se necesita abordar de manera oportuna ya que consigo van años de cultura que podrían desaparecer.
Desde los inicios del decenio de los años noventa, se hicieron advertencias serias en el ambiente de la lingüística sobre el peligro de
extinción de muchas lenguas minoritarias. Además, es claro que el lenguaje y
la cultura están tan relacionados que es imposible separarlos. En el caso de
México y de toda Latinoamérica hay múltiples lenguas en peligro de extinción. Diversos autores concuerdan con la idea de que la muerte de las lenguas indígenas es más grave en los países que están en desarrollo, como es el caso de América Latina, dado que un país en desarrollo es un país que está en constante cambio, es
contundente el abismo de nuevas culturas que se introducen y con ellas palabras que hacen un intercambio, garantizando así que con el tiempo se vaya dejando de lado el idioma principal.
Es por ello que se debe actuar de forma oportuna para evitar que estas lenguas desaparezcan y una opción viable es justamente fomentar el aprendizaje de las mismas a través del turismo.
Marco regulatorio
Programa Institucional del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas.
Específicamente, el marco normativo se integra con las siguientes disposiciones:
Legislación nacional:
- Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
- Ley de Planeación
- Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas
- Ley General de Educación
- Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación
- Estatuto Orgánico del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas
- Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018
- Programa Sectorial de Educación 2013-2018
- Catálogo de lenguas indígenas nacionales: variantes lingüísticas de México con sus autodenominaciones y referencias geoestadísticas
Instrumentos jurídicos internacionales:
- Convención Americana sobre Derechos Humanos
- Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes de la Organización Internacional del Trabajo
- Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial
- Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer
- Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
- Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
- Declaración Universal de Derechos Humanos
- Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre
- Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas
- Declaración sobre los Derechos de las Personas Pertenecientes a Minorías Nacionales o Étnicas, Religiosas y Lingüísticas
- Declaración Universal de Derechos Lingüísticos
- Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural
I. Diagnóstico
Toda política del lenguaje se sustenta en instrumentos jurídicos, así como en prácticas comunicativas más aceptadas y habituales, valores y creencias sobre la diversidad humana, conocimientos científicos y experiencias de vida y trabajo de los hablantes. Todos estos componentes influyen en la toma de decisiones, en la elección de estrategias y en el uso diferenciado de las diversas lenguas con que cuenta una comunidad.
La combinación de los elementos mencionados refleja siempre una visión sobre el presente y futuro de una sociedad, y constituyen una propuesta para asesorar y regular los comportamientos lingüísticos y comunicativos de hablantes, instituciones y comunidades, a fin de establecer la convivencia democrática, la igualdad de derechos civiles y el reconocimiento de la pluralidad de recursos culturales y lingüísticos con que se expresan y comunican todas las personas.
En la actualidad, las interrelaciones entre lenguaje y sociedad se manifiestan como configuraciones multiculturales y multilingües jerárquicas y conflictivas, con características de exclusión e inequidad, y cerradas a las corrientes humanitarias globales.
Desde este enfoque, las comunidades indígenas se consideran minorías bajo la tutela del Estado Nación. Por eso, sus demandas de autodeterminación y participación en la gestión se comprenden mejor en relación con la necesidad del reconocimiento del pluralismo cultural, de la diversidad lingüística y de las diferentes identidades de los pueblos indígenas.
Los Estados y organizaciones internacionales responden a estas demandas mediante políticas que fomentan el equilibrio y el respeto por las expresiones irrestrictas de las diferencias específicas, con acciones de unidad que evitan la fragmentación de la soberanía nacional. Las características del multiculturalismo y del plurilingüismo en las sociedades actuales, por tanto, obligan a repensar las políticas del lenguaje y a elaborar nuevas estrategias para promover cambios socioculturales y políticos equilibrados, integradores y armónicos.
En esta perspectiva, los Estados promueven dos tipos fundamentales de regulaciones sobre la diversidad lingüística. Uno consiste en sustituir la prohibición, desprecio y erradicación de las lenguas minoritarias por concepciones de reconocimiento, uso en instituciones públicas y pluralismo; y el otro radica en el rediseño de espacios de uso de todas las lenguas, con el fin de cambiar el estatus de éstas en los ámbitos local, nacional y global.
Aprendizaje de idiomas en Puebla
En la entidad poblana de los 217 municipios, unos 86 concentran hablantes de lengua indígena, asimismo cuenta con un importante número de personas que conservan la lengua materna, misma que tiene siete variantes. Existen siete lenguas en este estado, como es el náhuatl que se habla en la mayor parte del estado y con muchas variantes; el totonaco es la segunda lengua que predomina en el estado, el mixteco, otomí, mazateco, tepehua y popoloca que se encuentra en peligro de extinción.
En el estado de Puebla el mixteco se habla en la zona de
Tepexi de Rodríguez y Tehuacán; el otomí en la región de Huauchinango y en
algunas localidades de Pahuatlán y Pantepec. El mazateco se habla en la Sierra
Negra en especial en el municipio de San Sebastián Tlacotepec, el tepehua
únicamente se habla en Huauchinango y en las comunidades de Jopala, en Pahuatlán
y Pantepec. El popoloca se habla en las regiones de Tepexi de Rodríguez y
Tehuacán, esta lengua se encuentra en peligro de extinción, y sólo el estado de
Puebla es el único que cuenta con ella.
Particularmente en el municipio de Cuetzalan, se promueven la lengua materna y la cultura de los pueblos náhuatl y totonaco de esa parte de la entidad a través de una radiodifusora XECTZ La Voz de la Sierra Norte.
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Referencias
https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/2018/se-hablan-siete-lenguas-indigenas-en-puebla-una-podria-extinguirse.html
http://alternativoturismo.blogspot.com/2008/05/turismo-rural-este-segmento-es-el-lado.html
https://masdemx.com/2020/11/lenguas-indigenas-mexico-diversidad-importancia/
https://prezi.com/fqvx3-j9ucke/actividades-del-turismo-rural/
https://cancun.uo.edu.mx/sites/default/files/gdi-blog/6-1.jpg
https://www.gaceta.unam.mx/wp-content/uploads/2019/02/190221-Cult3-des-f1-lenguas-indigenas.jpg
https://www.lajornadadeoriente.com.mx/wp-content/uploads/2022/03/Diseno-sin-titulo-1-1.jpg
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