Sin duda alguna, en muchas ocasiones no se tiene un concepto de lo que implica el turismo de naturaleza, es por esa razón que se creó este blog para poder brindar un mejor conocimiento de este tema tan importante que trata de vivir experiencias de una manera consciente con la naturaleza y al mismo tiempo aprendiendo de las vivencias locales. Y el lugar en el que se enfocó para realizar este tipo de turismo fue el Estado de Puebla, en el cual se pueden encontrar hermosos paisajes y se logra realizar una diversidad de actividades.
El gobierno de México, por medio de la Secretaría de Fomento Turístico (SEFOTUR), menciona que el turismo de naturaleza es la actividad turística que se desarrolla sin alterar el equilibrio del medio ambiente, además busca promover la conservación de la naturaleza y de los ecosistemas, donde se realicen actividades recreativas de apreciación y aprendizaje de la naturaleza a través de la interacción en ella (Secretaría de Fomento Turístico, 2017).
Puebla tiene muchos espacios ideales para realizar actividades al aire libre; desde el parque nacional Izta-Popo, hasta la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán, pasando por El Parque Nacional La Malinche se pueden pasar fines de semana que se vuelven interminables pero sumamente divertidos.
Así mismo, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), esta actividad económica promueve el aprovechamiento sustentable de los recursos y al mismo tiempo se consolida como una alternativa sólida para la generación de empleos, siendo una estrategia para el desarrollo de comunidades y un medio para la difusión del patrimonio natural y cultural de México. (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, 2017)
El turismo de naturaleza enriquece en gran medida la experiencia de cualquier viajero al promover el cuidado de la flora y fauna y fomentar un mayor aprecio por los atractivos turísticos naturales.
De igual manera, repercute de forma positiva en la economía de las zonas donde se desarrolle, ya que el gasto directo del Turismo de Naturaleza beneficia, en primera instancia, a las empresas sociales de hospedaje y alimentación, y enseguida, a los establecimientos que venden diversas mercancías, como los productos artesanales y artículos propios de la zona. Además, favorece a los giros comerciales que ofrecen recorridos educativos, diversión y espectáculos.
De acuerdo con el artículo 36 de la Ley Estatal de Turismo del Estado de Puebla, categoriza al turismo de naturaleza en la siguiente manera:
I.- El ecoturismo, que implica la recreación basada en la observación, conocimiento, interacción y apreciación de la naturaleza y de las manifestaciones culturales tradicionales;
II.- El turismo de aventura, que incluye diferentes actividades deportivas y recreativas, donde se participa en armonía con el ambiente, respetando el patrimonio natural, cultural e histórico; y
III.- El turismo rural, en el cual el turista participa en actividades propias de las comunidades, los ejidos y los pueblos indígenas, que le permiten conocer los valores tradicionales, forma de vida, manejo ambiental, usos y costumbres y aspectos de su historia.
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| OBSERVACIÓN DE ECOSISTEMAS |
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| OBSERVACIÓN GEOLÓGICA |
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| OBSERVACIÓN DE FAUNA |
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| APRENDIZAJE DE IDIOMAS |
Perfil del turista
El turista de naturaleza debe tener una actitud y compromiso de conocer, respetar, disfrutar y participar en la conservación de los recursos naturales y culturales. Así mismo, se destacan otros elementos que caracterizan a las personas que prefieren esta modalidad de turismo los cuales son:
- Realizar actividades que los mantengan en constante movimiento, y en búsqueda de experiencias significativas en su tiempo libre.
- Buscar desarrollar dichas actividades en contacto con la naturaleza, de preferencia en estado conservado o prístino.
- Se acerca a realizar estas actividades con el compromiso de respetar, apreciar y cuidar los recursos que está utilizando para recrearse.
La protección y conservación del recurso natural son muy importantes, para hacer posible que el turismo se desarrolle en armonía con el entorno natural y social de las zonas. Por ello los proyectos de turismo de naturaleza deben ser ecológicamente viables, económicamente rentables, tecnológicamente viables, y social y culturalmente aceptables.
Para emprender actividades ecoturísticas, es indispensable contar con sitios que presenten características como presencia de fauna nativa, paisajes de alto valor estético, existencia de ecosistemas poco alterados, infraestructura básica, etc., de manera tal que satisfagan los requerimientos del visitante; iniciativas que bien planificadas y monitoreadas aseguran prácticas social y ambientalmente responsables.